Dios mío, qué bien se siente poder acabar este día a tu lado. Saber que me has asistido durante cada momento de este día me hace sentir feliz. Sé que estás aquí en este momento, que estás levantándome con tu mano de en medio de las pruebas que estoy enfrentando. Hoy, al terminar la jornada, sólo tengo que agradecerte por todo lo bueno que haces en mí. Gracias por tu bendición constante, porque me permites siempre vivir con alegría, con esperanza, porque, aunque a veces me canso, siempre puedo salir adelante gracias a tu poder que actúa en mi ser. Gracias, porque, aunque a veces siento que la vida se derrumba, Tú siempre estás para ayudarme a levantarla. Te alabo y te bendigo porque me sostienes, porque no me abandonas y me llevas por caminos de felicidad. Quiero pedirte que me Ilenes de tu fuerza durante esta noche y que mañana yo pueda despertar con más deseos de salir adelante. con toda la fuerza que pones en mi corazón para que yo sea plenamente feliz.
AMÉN.
¡ Qué bella oración!
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