Señor mío y Dios mío, te alabo y te bendigo por todas las bendiciones que me diste mientras dormía; sé que le hablaste a mi corazón; ahora, aI despertar, tomo conciencia de tu fuerza, de tu poder en mi vida y de que cuento contigo para hacer de este día el mejor. Gracias por iluminarme hoy en cada una de mis acciones, para tener claridad en las toma de decisiones que se requieren. No dejes que las dificultades me cieguen y me hagan perder el control de mis emociones. Confío en tu poder misericordioso que siempre me da una nueva oportunidad en las situaciones en las que me he equivocado. Sé que siempre me perdonas y por eso inicio este día con la certeza de tu compañía y libre de todo sentimiento de culpa. Sé que Tú estás bendiciéndome en este momento y eso me anima a seguir adelante. Mi vida está en tus manos y sé que allí encuentro lo que requiero para seguir adelante. Bendice a todos los que me ayudan en mis luchas diarias, sé Tú quien les dé fuerza y ánimo. Te amo y confío en Ti.
AMÉN.
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