Señor mío y Dios mío, eres Ia fuente de todo animo, de toda fuerza y alegría que hay en mi ser. Por eso ahora te alabo y te bendigo, por todas Ias bendiciones que a lo largo de este día me has dado. Te doy gracias por la alegría, por la sonrisa, por el contagio de una buena sonrisa. No quiero ser un aburrido ni aburrir a nadie con mis taras. Quiero aprender a gozarme con cada cosa, con cada pequeño detalle, quiero gozarme mi existencia. Quiero tener una cara amable, para poner, también, buena cara al mal tiempo. Gracias por tus enseñanzas, en cada una de ellas he aprendido y disfrutado todo el amor que tienes para mí. Te entrego todos mis proyectos y te pido que me ayudes a realizarlos. Duermo con la seguridad de tu bendición y de tu misericordia. Gracias por acompañarme y espantar todas Ias malas experiencias que pueden hacerme sufrir mientras duermo. Confío en Ti, Señor, y por eso estoy seguro de que todo saldrá bien, me lleno de optimismo y con ese sentimiento me duermo.
Amen.
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