SER HONESTOS
Perdón, te distraigo por un minuto.
Pongamos las cosas en proporción.
Antes de que llegaras al mundo hubo vida, y la habrá después que te vayas.
Antes de que llegaras al mundo los pájaros cantaban y lo seguirán haciendo, incluso el día de tu muerte.
Tu partida de este mundo es un hecho inevitable, irremediable.
No tienes seguro de vida: tal vez te vayas hoy, tal vez mañana o quizá dentro de cincuenta años.
Que proyectar el futuro no sea un modo de evitar pensar en lo elemental.
Que tu esperanza no sea una negación.
Ahora, ahora dilo, ahora abraza, ahora ríe, ahora canta, ahora baila.
Celebra el ahora, que es un “presente” que te obsequian desde el Cielo.
El presente no es una obviedad.
No sean ingrato: no te olvides de agradecerlo.
Al ahora, tal vez, lo sigan muchos ahoras, miles y miles de ahoras. Pero jamás lo seguirá el futuro.
Estas palabras las pondrás en tu corazón y se las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Pongamos las cosas en proporción.
Y ahora, sí, vuelve a tu labor.
Daniel Karpuj
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