Querido Señor, yo oro en este momento
con agradecimiento en mi corazón
porque estás aquí conmigo y quitas todo mi temor.
Dios, en mis tormentas eres mi faro
que me sostiene y me mantiene con ánimo al ver tu luz y tu guía, al saber que estás allí, voy sin desmayar aunque sea dura la travesía.
Que cada prueba me haga más fuerte,
más dependiente de ti, más sensible a tu dulce voz.
Hoy más que nunca necesito tu ayuda, mi Dios, aunque no vea salida a este problema que enfrento sé que tú sí la ves. por eso fijo mi mirada en ti.
Creo que eres capaz de dar solución
porque tú eres todopoderoso, invencible, fuerte, eres quien me sustenta y me orienta.
Confío plenamente en ti, Señor,
te doy gracias por escuchar mi oración
y por tener cuidado de mí. Amén.
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