1. Practicaré el no juzgar. Comenzaré mi día con esta declaración:
"Hoy no juzgaré nada de lo que ocurra"; y a través del día me recordaré el no juzgar.
2. Haré un compromiso para mantener la riqueza circulando en mi vida al dar
y recibir los regalos más preciados de la vida: los regalos de cuidados, afecto, aprecio y amor.
Cada vez que me encuentre con alguien, le desearé silenciosamente felicidad, alegría y regocijo.
3. Le pediré a mi corazón que me guíe y me dejaré guiar por sus mensajes de bienestar y malestar.
Si me siento cómodo con mi decisión, me entregaré a ella. Si mi decisión me produce malestar,
me detendré a ver las consecuencias de mi acción con mi visión interna.
Esta guía me permitirá tomar decisiones espontáneamente correctas para mí y para los que me rodean.
4. Hoy mi conciencia se mantendrá establecida en la no defensa.
Renunciaré a la necesidad de defender mi punto de vista.
No sentiré necesidad de convencer a otros de aceptar mi punto de vista.
Me mantendré abierto a cualquier punto de vista y no me apegaré con rigidez a ninguno de ellos.
5. Me recordaré el practicar conciencia del momento presente en todas mis acciones.
Me negaré a permitir obstáculos que consuman y disipen la calidad de mi atención en el momento presente.
Aceptaré el presente como es, y manifestaré el futuro a través de mis más profundas y amadas intenciones y deseos.
6. Hoy me comprometeré a no tener apego. Me permitiré y permitiré a aquellos
alrededor mío libertad de ser como son.
No impondré con rigidez mi idea de cómo deben ser las cosas. No forzaré soluciones a los problemas,
para no crear más problemas. Participaré en todo con total desapego.
7. Diario preguntaré: "¿Cómo puedo servir?" y "¿Cómo puedo ayudar?"
La respuesta a estas preguntas me permitirá ayudar y servir a mi prójimo con amor.
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