Cuando se nos entierra un clavo o una espina, sabemos que aunque nos duela, tenemos que sacarlos de lo contrario causaran más dolor y daño. Así mismo habrá situaciones en la vida, que aunque te duela, tienes que sacar eso de tu corazón, tienes que arrancarlo, o te causara aún más daño, del que ya te ha causado. Así que no temas tomar la decisión, por temor al dolor... Dios te cargará en sus brazos hasta que sanes.. Confía!!
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