La vida nos enseña a enfrentar y superar cada día.
Sólo con los años se aprende que nada es lo que parece.
Que siempre volvemos a cometer los mismos errores.
Que volvemos a creer en falsas promesas.
Que siempre habrá quien nos traicionará. Que lloraremos por malos amigos, críticas maliciosas, malas decisiones y malos amores.
Así es la vida, con sus penas, alegrías y con todas sus injusticias. Pero nada es completamente malo, pues aún con todo lo sufrido, son experiencias que habremos ganado.
Es gracias a todo lo malo que vivimos que logramos aprender a enfrentar los retos de la vida.
Dentro de cada persona está su luz interior, esa que nos llevará a tomar la vida en la dirección correcta.
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