Jamás permitas que ningún hombre te esclavice, tú naciste para ser amada… no para ser esclava.
Jamás permitas que tu corazón sufra en nombre del amor, amar es un acto de felicidad, no de sufrimiento… Jamás permitas que tus ojos derramen lágrimas por alguien que nunca te hará reír...
Jamás permitas que alguien te hable a gritos, si te han de hablar que sea con amor... Jamás permitas que el dolor, la soledad, el resentimiento, los celos y el rencor debiliten la enorme fuerza que Dios puso dentro de tí…
Jamás te permitas… ¡¡perder tu dignidad de ser mujer!!
Bienvenidos
Has llegado a nuestro rinconcito especial en dónde encontrarás pensamientos, reflexiones, tarjetas y mucho más, acompáñanos y disfruta de nuestro espacio hecho con mucho cariño para tí...esperamos que sea de su agrado.
jueves, 27 de noviembre de 2014
Jamás permitas
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