Intenta recuperar tu esperanza tu fe y tu ronrisa, y borra con ellas las huellas del dolor.
Sé fuerte y paciente para conservar esta esperanza, tómala con calma y ve hacia adelante no pensando en el pasado ni en el mañana, el pasado fué y el mañana es incierto, sino viviendo este presente que te alumbra en el "hoy".
Sonríe y se feliz, porque todo lo que pasa es por una razón y si sigues el camino con obstáculos pero en el igual procuras ser feliz, tu razón estará completa y esperando que la alimentes con tu alma y tu ser. Así llenarás de luz tu camino y la buena vibra hará que el mundo conspire a tu favor.
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