Bienvenidos

Has llegado a nuestro rinconcito especial en dónde encontrarás pensamientos, reflexiones, tarjetas y mucho más, acompáñanos y disfruta de nuestro espacio hecho con mucho cariño para tí...esperamos que sea de su agrado.

viernes, 17 de enero de 2014

DIARIO DE UN PERRO

Una semana: Hoy hace una semana que he nacido. Qué alegría haber llegado a este mundo. 
Un mes: Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar. 
Dos meses: Hoy me separaron  de mi mamá. Ella   estaba muy inquieta  y con sus ojos vidriosos me dijo adiós.
Esperando que mi nueva familia humana me cuidara tan bien como ella me ha dicho 
Cuatro meses: He crecido rápido, y todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que  para mí son co
mo hermanitos. Somos todos muy inquietos, ellos me tiran del rabito y yo les mordisqueo jugando. Nos diverti
mos mucho. 
Cinco meses: Hoy  me regañaron. Mi  ama  se molestó  porque  me  hice  pipí  dentro de  casa, pero nunca  me
habían dicho dónde hacerlo. Además duermo en un cuartito…y ¡ya no aguantaba más! 
Ocho meses: Soy un perro feliz. Tengo  el  calor de un hogar,  y  me siento tan seguro, tan protegido… Mi fami
lia  humana  me quiere y me dejan hacer muchas cosas. Cuando están comiendo yo les pido algo y siempre me
lo dan. Y el jardín de casa es estupendo.
Doce meses: Hoy cumplí un año. ¡Soy un perro adulto! Mis amos  dicen que crecí más de lo que ellos pensaban.
Seguro que se sienten orgullosos de mí…  Trece meses: Que mal me sentí hoy. Mi hermanito, uno de los niños, me quitó la pelotita. ¡Yo nunca le quito sus
juguetes! Así  que  se la quité, pero  mis  mandíbulas se han hecho fuertes y  le hice daño sin querer. El gritó y 
lloró y yo me sentí muy triste. Después del susto me encadenaron casi sin poder moverme. Hacía  mucho sol y
tenía mucho calor y no había  agua  cerca…Y les oí decir que iban a tenerme  en observación o algo  así, y que
soy un desagradecido. No entiendo nada. 
Quince meses: Ya nada  es igual. Vivo  en  la azotea  y me  siento muy solo. No se  por qué mi  familia ya no me
quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed, y cuando  llueve  no tengo ningún techo para cobijarme. 
Dieciséis meses: Hoy me  bajaron  de  la azotea. Me  puse muy contento de que me perdonaran, y  daba saltos
de  gusto, y movía el rabito como nunca. ¡Y además  me  van a llevar de paseo! Monto  en  el coche y espero a
ver a dónde  me llevan, tengo muchas ganas de correr y  jugar con mi familia. Paramos,abrieron la puerta y yo
me bajé feliz. Estábamos  en la carretera, al  lado de un campo y  pensé  que pasaríamos  un día estupendo. No
entiendo  por  qué cerraron la puerta y  se fueron. ¡Esperadme!, les grité, ¡Os olvidáis  de mí! Corrí  detrás  del
coche  con todas mis fuerzas muy angustiado, iba viendo que no podría alcanzarles, que no podía correr más y
el coche se iba haciendo pequeñito. Me habían olvidado. 
Diecisiete meses: He  intentado encontrar el camino para  volver a casa y  no lo he conseguido. Estoy  perdido.
A veces me encuentro con gente buena que me  mira triste y me da algo de comer. Yo les doy  las gracias con
la mirada, y  les digo  que querría que  me  adoptaran, que  les prometo ser  leal  como nadie… pero sólo dicen
"pobre perrito, se debe haber perdido".Y se van y me dejan sólo otra vez. 
Dieciocho meses: Es otro día  pasé por un colegio y vi  a  muchos niños como mis antiguos hermanitos. Me acer
qué y un grupo de  ellos,  riéndose me  lanzó una lluvia de piedras, "a ver  quien tiene mejor  puntería", decían.
Una de las piedras me dio en un ojo y ya no veo con él. 
Diecinueve meses: Ahora ya no se me acerca casi nadie, creo que es porque ya no soy un perro bonito. Estoy
muy flaco, perdí mi ojo,tengo alguna herida de algún perro más fuerte que me mordió cuando intentaba comer
y  hace mucho que nadie me  cepilla el pelo. La gente  no  me acaricia. Últimamente  lo que abundan son los es
cobazos que me  dan cuando intento dormir un poco a la sombra de alguno de sus porches. 
Veinte meses: Casi  no puedo moverme. Hoy intenté cruzar a calle por donde pasan coches y uno me atropelló
Aunque yo creo que estaba en un lugar seguro…y no olvidaré la mirada de satisfacción  del conductor que has
ta se ladeó con tal de darme…Si me hubiera matado…pero que va, sólo me dislocó la cadera y el dolor es horri
ble. Mis patas traseras no se movían así que con mucha dificultad me arrastré hacia el borde del camino donde
había  un poco  de hierba. Llevo diez días bajo el sol, la lluvia y el frío, sin comer. Ya  no me  puedo mover nada,
el dolor  es  insoportable. Me siento  muy mal, cuando  llovió se hizo un  charco donde yo estaba y como no po
día moverme  estuve  mojado  muchísimo tiempo, y creo que  mi pelo se está cayendo. Alguna  gente  pasa sin
verme, otros me dicen "no te acerques"…¡pero si  ni  me puedo  mover! Ya casi  estoy  inconsciente, pero una
fuerza  extraña  me  hizo  abrir los ojos. Una mujer  muy  dulce me  decía "pobre  perrito, cómo te han dejado"
Junto  a  ella venía un señor de bata blanca, que empezó a tocarme y  dijo "lo siento señora, pero  esto ya  no
tiene solución es mejor que deje de sufrir". A la señora se le saltaron las lágrimas y asintió, y como pude,moví
el rabito agradeciéndole que me ayudara a descansar. Sentí  un pinchazo de la inyección y me  dormí mientras
ella me acariciaba la cabeza, pensando porqué tuve que nacer si nadie me quería. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario