La crisis que enfrentamos en algún momento de la vida hace que uno descubra grandes talentos que estaban dormidos, y que sin esa crisis no hubiéramos descubierto jamás. La vida tiene sus altas y bajas, momentos buenos y no tan buenos; puede ser un problema económico, familiar, o personal. Hay que aprovechar estos momentos para reflexionar, encontrarle el sentido a la vida, saber que nada es para siempre, porque todo pasa. Aprovechar estos instantes difíciles para unir a la familia, y juntos salir adelante, como lo manda Dios.
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