El perdón te libera de la maldad ajena, aunque la otra persona no se arrepienta de lo que hizo. Y tú perdonas porque sabes que es lo mejor para tu salud, aunque debas alejarte para que no te vuelvan a lastimar. Perdonar no es necesariamente olvidar. Quizás lo recuerdes por siempre, pero sin tristeza ni amargura en el corazón. Ese es el perdón que te sana, te desintoxica, y te libera para ser feliz.
Ramón Torres
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