Hay días en que la tristeza me invade sin saber porqué.
Me invade lentamente, cómo una ola que según avanza me va dejando inmóvil, paralizada frente a la vida. A las alegrías de la vida.
No hay un motivo concreto y son muchos a la vez.
Es la tristeza de viejas heridas, de viejas batallas sin resolver.
No hay fortaleza más inexpugnable que uno mismo, no hay batalla más dura que contra uno mismo.
Entonces no me queda otra cosa que llorar, llorar hacia dentro, porque hacia fuera ya no puedo. Me cansé de llorar hacia fuera.
Y cuando lloro hacia dentro el llanto es más hondo, duele más, mucho más.
Entonces quiero escapar,quiero escapar
Entonces quiero soñar, quiero soñar que todo marcha Bien Que estos problemas no son mas Que Otra prueba de Dios Porque aun Confia en Mi y Me Ama!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario