Sin la soledad, el Amor no permanecerá mucho tiempo a tu lado.
Porque también el Amor necesita reposo, de modo que pueda viajar por los cielos y manifestarse de otras formas.
La soledad no es la ausencia de Amor, sino su complemento.
La soledad no es la ausencia de compañía, sino el momento en que nuestra alma tiene la libertad de conversar con nosotros y ayudarnos a decidir sobre nuestras vidas.
Por lo tanto, benditos sean aquellos que no temen a la soledad. Que no se asustan con la propia compañía, que no se desesperan buscando algo en qué ocuparse, divertirse o qué juzgar.
Porque quien nunca está solo, ya no se conoce a sí mismo.
Y quien no se conoce a sí mismo comienza a temer el vacío.
"Manuscrito encontrado en Accra"
Paulo Coelho
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