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sábado, 28 de febrero de 2015

La silla vacía

La hija de un anciano le habia pedido al ministro local que acompañara a orar a su papa en su casa. Cuando el ministro llego, encontro al anciano recostado en cama con la cabeza apoyada sobre dos almohadas. Una silla vacia estaba colocada al lado de la cama...

El ministro asumio que al camarada le habian informado de su visita.
-Supongo que me esta esperando.  Le dijo el ministro.
-No. Quien es usted?  Le pregunto el hombre.

El ministro le dio su nombre y entonces enfatizo:
-Vi la silla vacia y deduje que usted sabia que vendria.
-Ah si! La silla. Le importaria si cierra la puerta?  Pregunto el hombre en cama.

Intrigado, el ministro cerro la puerta.

Entonces el hombre le dijo:
-Nunca le he dicho a nadie esto. Ni siquiera a mi hija. No sabia como hacer oracion por mucho tiempo en mi vida... En la iglesia, solia escuchar al pastor hablar acerca de la oracion, pero no le ponia atencion. Abandone cualquier intento para hacer oracion...

Continuo el hombre:
-Hasta que un dia hace cuatro años, uno de mis mejores amigos me dijo:
-Juan, la oracion es solamente un asunto de tener una conversacion con Jesus. Aqui esta lo que te sugiero. Sientate, coloca una silla vacia enfrente de ti y en fe veras a Jesus en la silla. No tengas miedo porque El prometio que estara contigo siempre. Entonces, habla con El de la misma manera que lo estas haciendo conmigo ahora mismo.

El hombre continuo:
-Entonces, lo intente y me ha gustado tanto que lo hago un par de horas a diario. Tengo cuidado de cualquier manera. No se que pensaria mi hija si me ve hablando con una silla vacia...

El ministro se emociono profundamente al escuchar esta historia y le aconsejo al anciano a seguir en su jornada.

Entonces, oro con el, lo ungio con aceite y regreso a la iglesia.

Dos noches despues, la hija del anciano llamo al ministro para decirle que su papa habia muerto esa tarde.

-Lo lamento... Murio en paz?  Pregunto el ministro.
-Si. Cuando sali de casa cerca de las dos de la tarde, me llamo a su lado. Me dijo que me amaba y beso mi mejilla. Cuando regrese de la tienda una hora mas tarde, lo encontre muerto; pero, habia algo extraño en su muerte... aparentemente justo antes de que muriera, se inclino y recosto su cabeza en la silla al lado de su cama... que concluye con eso?

El ministro emocionado dijo:
-Me encantaria que todos pudieramos irnos asi!

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