Todo final es el comienzo de un principio, es preciso eliminar lo que es inútil en uno mismo para que las cosas nuevas lleguen a nuestra vida.
Mientras estamos material o emocionalmente cargando cosas viejas e inútiles, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades.
Cuando se guarda o nos aferramos a algo, se considera la posibilidad de falta, de carencia, es creer que mañana podrá faltar y no tendremos medios de proveer nuestras necesidades.
Con esa postura, estamos enviando dos mensajes para nuestro cerebro y nuestra vida:
-No creemos en el mañana.
-Creemos que lo nuevo y lo mejor no son para nosotros, ya que nos alegramos con guardar cosas viejas e inútiles.
Deshágase de lo que perdió el color y el brillo, deje entrar lo nuevo a su vida y dentro de si mismo.
"A veces tendrás que dejar ir ciertas cosas, para que otras mejores se aproximen".
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