Deja que Dios reine en tú vida, en tus decisiones, en tú casa, en todo y cuanto hagas. Cuándo dejas que él tenga todo el control, vas a sentir una paz inundando todo tú ser. Para que preocuparte, o cargarte más, al contrario suelta todo lo que te pueda afligir y alábale, deja que reine en tú vida.
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