Amar a un ser humano es gozar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder de forma activa a su necesidad de desarrollo como persona: Es creer en él cuando de si mismo duda, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando esta por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece sin dejarte arrastrar por su desdicha. Es compartir sus alegrías y regocijarte con él cuando se siente dichoso. Es disfrutar su compañía sin desear retenerlo ni impedir su vuelo. Es paladear el regalo de compartir el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responder libremente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario