Las puertas de la felicidad no están reservadas solo para ser abiertas por unos pocos, están ahí para que todo el que desee abrirlas, tenga el derecho de recorrer el camino que los lleve hacia ella.
Nada ni nadie deberá impedirte llegar hacia tu meta. Tú tienes todo lo que se requiere para hacer que tus sueños se hagan realidad. Naciste perfecto y con alas para volar. Al abrir tus alas, permitirás que tus sueños se liberen. Los que son buenos para tu desarrollo como alma, se cumplirán. Y no te olvides de sonreírle a la vida, ella también te sonreirá… y cualquier rastro de tristeza desaparecerá.
Recuerda:
Justo cuando la oruga pensó que el mundo había terminado, se convirtió en una mariposa.

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