Antes de verte ya sabía tu nombre,
siempre supe que tú eras mi hombre,
ángel bello dueño de mi corazón
me haces perder totalmente la razón
cuando siento el fuego de tu pasión.
Mirarte es un verdadero placer,
un regalo para mi alma enamorada,
en ese instante deseo tocarte,
quiero amarte hasta el amanecer.
¡me tienes demasiado excitada!
Dueño de mis días y mis noches,
de todos mis sueños y esperanzas,
haces del amor un bello derroche
de ilusiones y emociones que
se convierten en alabanzas.
Instantes compartidos contigo,
en los cuales miles de razones
a mi propia existencia encuentro,
tú eres mi dicha y mi tesoro,
¡yo simplemente te adoro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario