No permitas quedarte horas esperando por alguien que nunca vendrá, aunque te lo haya prometido.
No permitas que tu tiempo sea desperdiciado por alguien que nunca tendrá tiempo para tí.
No permitas que tu corazón se enamore de ese alguien que se la pasa huyendo de tí.
No confíes que alguien pueda volver a tu lado, cuando nunca estuvo contigo.
No permitas que el dolor, la tristeza, la soledad, el odio, el resentimiento, los celos, el rencor y todo lo que pueda sacar el brillo de tus ojos, destruya la pureza que existe dentro de tu alma.
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