Señor...

Señor, te agradezco por estar a nuestro lado, por tu protección, por la salud y la fuerza para trabajar.
Que durante el día, la tarde y la noche
recibamos tu luz en todo momento,
que sea sobre nuestros actos,
nuestras palabras, nuestra mirada,
que sea nuestra paz y bendición.
Te pedimos perdón por las faltas cometidas y rogamos nos limpies
para que esa luz brille en todo su esplendor, sin nada que la opaque.
Gracias Señor por ser el mismo de siempre, por no cambiar sino que con tu fidelidad nos abrazas y nos enseñas el camino a recorrer. Amén.