No te dejes cegar por aquellos momentos en los cuales te invade la nostalgia, la tristeza o el llanto. No dejes que el dolor sea más fuerte que tus ganas de amar y de vivir. No permitas que se apaguen tus ojos cuando el sol no brille. Nunca te des por vencido cuando pierdas la guerra, si aún no has peleado la batalla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario