No grites, no ofendas, no juzgues, no humilles, no indispongas, sé noble. Sé grande, se integro, sé sincero, sé humilde... ¡Sé líder!.
Los gritos son señal de debilidad, la humillación es señal de pobreza, la calumnia es señal de indiferencia, de bajes y envidia. La agresividad es falta de nobleza y señal de inseguridad.
El verdadero liderazgo se obtiene cuando se es íntegro, humilde, sincero, equitativo, leal y ético.
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