Solo cuando has caminado por tu interior es cuando descubres la tormenta que azota tu ser y no lo sabias.
Importante es no perder de vista ningún detalle de tu recorrido para poder entender tu estado y trazar un plan que aminore gradualmente la tormenta e ilumine tu camino de regreso.
Si no lo haces,
la tormenta se convertirá en huracán que con el tiempo terminara demoliendo el Templo!
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