Querido Dios:
Estoy llena de anhelos,
llena de deseos,
llena de expectativas.
Algunos se realizarán; muchos no, pero en
medio de todas mis satisfaciones y decepciones,
confío en ti.
Sé que nunca me dejarás sola
y que cumplirás tus promesas divinas.
Aún cuando parezca que las cosas
no siguen mi camino,
sé que siguen el tuyo
y que, finalmente,
tu camino es el mejor para mí.
Amén!
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