Al final de nuestras vidas, que importa todo lo que hemos comprado, si no lo que hemos edificado, no lo que tenemos si no lo que hemos compartido, no nuestra capacidad y no nuestro éxito, si no nuestra trascendencia, que importa nuestro exterior, si lo único que nos queda es la esencia de nosotros, lo que llevamos por dentro, lo que dejamos de herencia y seremos recordados.
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