En todo momento, mira hacia arriba, hacia el único que puede entregarte la fortaleza para resistir las situaciones más violentas. Pide y se te dará. No hay petición que a Dios se le escape, no hay situación que vivas que Él no pueda controlar, recuerda que tu Dios es un ¡DIOS PROTECTOR! ¡Adelante!, confía en su bendición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario