Dejemos aflorar ese niño interior que todos llevamos dentro y que aún conserva intacto la capacidad de asombro y la magia de ver el mundo como una gran caja de Pandora que guarda los tesoros más increíbles.Así que soñemos, dancemos, riamos y abracemos y estemos dispuestos a observar, conscientemente, lo que llega a nuestra vida...
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